viernes, 19 de diciembre de 2014

LA ALEGRIA


Gran final de un excelente libro:

“Añadiré que, tras haber comprendido lo que debe comprender, tras haberse compadecido del dolor de los demás seres, el budista se percata de que no le queda otro modo de vida cotidiano que la alegría. Es como si ese estado, que todavía no es la felicidad pero que se aleja radicalmente de la resignación, se impusiera a él sin el haber intentado de ninguna manera conquistarlo. Si has eliminado las lamentaciones inútiles y el miedo al futuro, si no incrementas el sufrimiento por culpa de la idea que te haces de él, si ya no ves a los demás como enemigos potenciales, si no esperas de tus donaciones más que la dicha de dar y si la muerte ya no te parece un final, entonces permanecerá ante ti la dicha del mundo y del instante presente: la alegría que proporciona un rayo de sol, una sonrisa o una flor. Esa alegría, que a usted se le ha manifestado a través de un brillo en la mirada de nuestros monjes, se sitúa más allá de las nociones de esperanza y desesperación (…).

Y la alegría respeta el dharma, a los demás seres y el espíritu.

La alegría es la única solución.”
Paco Rabanne La Iluminación del Budismo


En los tiempos gozosos del Tao