miércoles, 17 de noviembre de 2010

EL SERMON DE LA MONTAÑA


“No hay dificultad que el amor generoso no venza; ninguna enfermedad que el amor generoso no cure; ninguna puerta que el amor generoso no abra; ningún abismo que el amor generoso no salve; ningún muro que el amor generoso no derribe; ningún pecado que el amor generoso no redima...



No importa lo profundamente asentado que este el conflicto; lo desesperanzador de la perspectiva; lo embrollado de la maraña; la enormidad del error. Una realización de amor generoso lo disolverá todo. Solo con que pudiera uno amar lo bastante seria el ser más feliz y poderoso del mundo...”



Emmet Fox: El Sermón de la montaña

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