martes, 1 de octubre de 2019

MUJERES QUE CORREN CON LOBOS Y I



MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS  Y I

         Extraordinario y profundo libro, que todo profesional de la Psicología, debería leer al menos una vez en su vida. No es un libro “fácil”, su lectura debe ser, como dice la propia autora: “Un poco a la vez, apartándose, reflexionando acerca de ella y regresando”. Lástima que no exista una versión masculina de esta obra.

         Son muchas las acotaciones importantes que hare de esta obra por ello y por mor de no agobiar a mis queridos lectores la subdividiré en varios posts:

[- “Mi abuela Katerín decía que la más ignorante no es la que no sabe sino «la que no
sabe que no sabe». Y la persona que está en peor situación y constituye un peligro
para las demás es «la que sabe que no sabe y no le importa».”

         Poca aclaratoria, de algo muy evidente y que pareciera caracterizar a los políticos actuales.

[- Éste es el máximo principio de las profesiones curativas. Si no puedes ayudar, no
hagas daño. Para no hacer daño, hay que «saber lo que no se debe hacer».

         Un precepto totalmente iatrogénico, nuestros estudiantes siempre inquieren por las “técnicas” las “herramientas”, le cuesta muchísimo el ESTAR el NO HACER, y esto es algo que implica una <<reducación>> profesional e inclusive filosófica.

[- En mi caso, como en el de muchas otras personas, la comprensión de muchos libros empieza en la relectura.

         Totalmente de acuerdo o añadiría las infinitas relecturas, en  mi experiencia personal que siempre empiezo los libros y las películas “por detrás”, fue muy interesante empezar por los apéndices y la completa bibliografía de la obra.

[- Una pequeña advertencia: debido a que la atención a las cuestiones de la individuación puede provocar una intensificación de los pensamientos y los sentimientos, tenemos que procurar no convertirnos en unos simples coleccionistas de ideas y experiencias y dedicar también una considerable cantidad de tiempo a la tarea de aplicarlos en la vida cotidiana. Mi práctica diaria y la que enseño a otras personas es principalmente la de una contemplativa inmersa en el mundo, con todas las complicaciones que semejante situación lleva aparejadas. Cualquiera que sea el lugar o la manera con que se empiece, hay que insistir en la necesidad de una práctica regular. No es necesario que ésta sea muy larga, pero sí concentrada durante el tiempo que se le dedique, enfocada de la manera más pura posible y, como es natural, ejercitada a diario.
(Negritas del bloguero).

         Esto es algo fundamental, la manifestación REGULAR en el día a día, de cualquier creencia, cognición o expresión ( como la espiritualidad) o en este caso los efectos de la “cuentoterapia”. Si no es así ( y ojo, esto puede llevar un largo, largo periodo de tiempo) es otro “lindo” curso de la Nueva Era o de los acólitos de la Psicología Positiva.

Taonadamente absorto.

Sanchezky