MUJERES
QUE CORREN CON LOS LOBOS Y I
Extraordinario y profundo libro, que
todo profesional de la Psicología, debería leer al menos una vez en su vida. No
es un libro “fácil”, su lectura debe ser, como dice la propia autora: “Un poco
a la vez, apartándose, reflexionando acerca de ella y regresando”. Lástima que
no exista una versión masculina de esta obra.
Son muchas las acotaciones importantes
que hare de esta obra por ello y por mor de no agobiar a mis queridos lectores
la subdividiré en varios posts:
[- “Mi abuela Katerín decía que la más
ignorante no es la que no sabe sino «la que no
sabe que no sabe». Y
la persona que está en peor situación y constituye un peligro
para las demás es «la
que sabe que no sabe y no le importa».”
Poca aclaratoria, de algo muy evidente
y que pareciera caracterizar a los políticos actuales.
[- Éste es el máximo principio de las
profesiones curativas. Si no puedes ayudar, no
hagas daño. Para no
hacer daño, hay que «saber lo que no se debe hacer».
Un precepto totalmente iatrogénico,
nuestros estudiantes siempre inquieren por las “técnicas” las “herramientas”,
le cuesta muchísimo el ESTAR el NO HACER, y esto es algo que implica una
<<reducación>> profesional e inclusive filosófica.
[-
En mi caso, como en el
de muchas otras personas, la comprensión de muchos libros empieza en la
relectura.
Totalmente de acuerdo o añadiría las
infinitas relecturas, en mi experiencia
personal que siempre empiezo los libros y las películas “por el final”, fue muy
interesante empezar por los apéndices y la completa bibliografía de la obra.
[-
Una pequeña advertencia:
debido a que la atención a las cuestiones de la individuación puede provocar
una intensificación de los pensamientos y los sentimientos, tenemos que
procurar no convertirnos en unos simples coleccionistas de ideas y experiencias
y dedicar también una considerable cantidad de tiempo a la tarea de aplicarlos en la vida cotidiana. Mi
práctica diaria y la que enseño a otras personas es principalmente la de una
contemplativa inmersa en el mundo, con todas las complicaciones que semejante
situación lleva aparejadas. Cualquiera que sea el lugar o la manera con que se
empiece, hay que insistir en la
necesidad de una práctica regular. No es necesario que ésta sea muy larga,
pero sí concentrada durante el tiempo que se le dedique, enfocada de la manera
más pura posible y, como es natural, ejercitada a diario.
(Negritas del
bloguero).
Esto es algo fundamental, la manifestación
REGULAR en el día a día, de cualquier creencia, cognición o expresión ( como la
espiritualidad) o en este caso los efectos de la “cuentoterapia”. Si no es así
( y ojo, esto puede llevar un largo, largo periodo de tiempo) es otro “lindo”
curso de la Nueva Era o de los acólitos de la Psicología Positiva.
Taonadamente absorto.
Sanchezky
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