Jun 30, 2009
HE AQUI UN ARTICULO INTERESANTE SACADO DE Revista Digital
de Cultura MACEDONIO BELARTE.
CHAMANES URBANOS
La búsqueda de la libertad es la única fuerza que yo
conozco. Libertad de volar en ese infinito. Libertad de disolverse, de
elevarse, de ser como la llama de una vela, que aun al enfrentarse con la luz
de un billón de estrellas permanece intacta, porque nunca pretendió ser más de
lo que es: la llama de una vela... Don Juan Matus.
DEPREDADORES DE LA CONCIENCIA
La continuación de nuestra charla llegó años más tarde. En
esa ocasión, Carlos Castaneda trajo a una de sus reuniones un concepto
enteramente nuevo y escalofriante, que despertó las más apasionadas
controversias. "El hombre -dijo- es un ser mágico, tiene la capacidad de
volar por el universo al igual que cualquiera de los millones de conciencias
que existen. Pero, en algún momento de su historia, perdió su libertad. Ahora
su mente ya no es suya, es una intrusión."
Afirmó que los seres humanos somos rehenes de un conjunto
de entidades cósmicas que se dedican a la depredación, a las cuales los brujos
llaman "los voladores." Dijo que este era un tema muy secreto de los
antiguos videntes, pero que, debido a un augurio, él había entendido que ya era
tiempo de divulgarlo. El augurio fue una fotografía que había tomado Tony, un
budista cristiano amigo suyo. En ella aparecía nítidamente la figura de un ser
oscuro y ominoso flotando sobre una multitud de fieles reunida en las pirámides
de Teotihuacán.
"Mis compañeras y yo determinamos que ya era tiempo de
dar a conocer nuestra verdadera situación como seres sociales, aun a costa de
toda la suspicacia que tal información pueda generar en el público."
Cuando se me presentó la oportunidad, le pedí que me dijese algo más sobre los
voladores, y entonces me contó que uno de los aspectos más terroríficos del
mundo de don Juan; que somos prisioneros de seres venidos de los confines del
universo, quienes nos usan con el mismo desenfado con que nosotros usamos a los
pollos. Explicó: "La porción del universo a la que tenemos acceso es el
campo de operaciones de dos formas radicalmente diferentes de conciencia. Una,
a la que pertenecen las plantas y los animales, incluso el hombre, es una
conciencia blanquecina, joven, generadora de energía. La otra es una conciencia
infinitamente más vieja y parasitaria, poseedora de una cantidad inmensa de
conocimientos." "Además de los hombres y otros seres que habitan esta
tierra, hay en el universo una inmensa gama de entidades inorgánicas. Están
presentes entre nosotros y en ciertas ocasiones se nos hacen visibles. Les
llamamos fantasmas o apariciones. Una de esas especies, que los videntes
describen como enormes bultos voladores de color negro, llegó en algún momento
de la profundidad del Cosmos y encontró un oasis de conciencia en nuestro
mundo. Ellos se han especializado en ordeñarnos'." "¡Eso es
increíble!" -exclamé. "Lo sé, pero es la más pura y aterradora
verdad. ¿Nunca te has preguntado el por qué de los altibajos energéticos y
emocionales de la gente? Es el predador que viene periódicamente a recoger su
cuota de conciencia. Sólo dejan lo suficiente para que sigamos viviendo, y a
veces ni para eso." "¿Qué quieres decir?" "Que a veces se
pasan y la persona enferma de gravedad, y hasta muere." Yo no daba crédito
a mis oídos. "¿Quieres decir que estamos siendo devorados en vida?"
-le pregunté. Sonrió. "Bueno, ellos no nos 'comen' literalmente, lo que
hacen es una transferencia vibratoria. La conciencia es energía y ellos pueden
alinearse con nosotros. Como por naturaleza están siempre hambrientos, y
nosotros, por el contrario, exudamos luz, el resultado de ese alineamiento solo
puede ser descrito como depredación energética." "Pero, ¿por qué
hacen eso?" "Porque, en un plano cósmico, la energía es la moneda más
fuerte y todos la quieren, y nosotros somos una raza vital, repleta de
alimento. Cada cosa viva come a otra, y siempre el más poderoso sale ganando.
¿Quién dijo que el hombre está en la cúspide de la cadena alimenticia? Esa
visión solo pudo ocurrírsele a un ser humano. Para los inorgánicos, nosotros
somos la presa."
Le comenté que se me hacía inconcebible que entidades más
conscientes que nosotros llegasen a ese grado de rapiña. Replicó: "Pero,
¿qué crees que haces tú cuando comes una lechuga o un bistec? ¡Estás comiendo
vida! Tu sensibilidad es hipócrita. Los depredadores cósmicos no son ni más ni
menos crueles que nosotros. Cuando una raza más fuerte consume a otra inferior,
está ayudando a que su energía evolucione." "Ya te he dicho que en el
universo sólo hay guerra. Los enfrentamientos de los hombres son un reflejo de
lo que pasa ahí fuera.
Es normal que una especie intente consumir a otra; lo
propio de un guerrero es no lamentarse por ello y procurar sobrevivir."
"¿Y cómo nos consumen?" "A través de nuestras emociones,
debidamente encauzadas por el parloteo interior. Han diseñado el entorno social
en tal forma que estamos todo el tiempo disparando oleadas de emociones que son
inmediatamente absorbidas. Sobre todo, les gustan los ataque de ego; para
ellos, ése es el bocado más exquisito. Tales emociones son iguales en cualquier
lugar del universo donde se presenten, y ellos han aprendido a
metabolizarlas." "Algunos nos consumen por la lujuria, la ira o el
temor; otros prefieren sentimientos más delicados, como el amor o la ternura.
Pero todos ellos están interesados en lo mismo. Lo normal es que nos ataquen
por la zona de la cabeza, el corazón o el vientre, allí donde guardamos el
grueso de nuestra energía." "¿Atacan también a los animales?"
"Esos seres usan a todo lo que esté disponible, pero prefieren la
conciencia organizada. Drenan a los animales y a las plantas en la medida de su
atención, que no es demasiado fija. Atacan incluso a los demás seres
inorgánicos, sólo que aquellos sí los ven y los esquivan, como nosotros
esquivamos a los mosquitos. El único que cae completito en su trampa es el
hombre." "¿Cómo es posible que todo eso esté ocurriendo sin que nos
demos cuenta?" "Porque heredamos el intercambio con esos seres casi
como una condición genética, y a estas alturas nos parece algo natural. Cuando
nace la criatura, la madre la ofrece como comida, sin darse cuenta, pues la
mente de ella también está dominada. Al bautizarla esta firmando un convenio. A
partir de ahi, se esfuerza por inculcarle modales de conducta aceptables, la
doma, cercena su lado guerrero y la convierte en mansa oveja."Cuando un
niño sale suficientemente energético para rechazar esa imposición, pero no lo
suficiente como para entrar en el camino del guerrero, se vuelve un rebelde o
un desajustado social." "La ventaja de los voladores radica en la
diferencia entre nuestros niveles de conciencia. Ellos son entidades muy
poderosas y vastas; la idea que tenemos de ellos es equivalente a la que tiene
una hormiga de nosotros." "Sin embargo, su presencia es dolorosa y se
puede medir en diversas maneras. Por ejemplo, cuando nos provocan ataques de
racionalidad o desconfianza, o nos sentimos tentados a violar nuestras propias
decisiones. Los locos pueden detectarlos muy fácilmente -demasiado, diría yo-,
ya que sienten físicamente cómo estos seres se posan sobre sus hombros,
generando paranoias. El suicidio es el sello del volador, pues su mente es homicida
potencial." "Dices que se trata de un intercambio, pero, ¿qué ganamos
nosotros con semejante despojo?" "A cambio de nuestra energía, los
voladores nos han dado la mente, los apegos y el ego. Para ellos, no somos sus
esclavos, sino una especie de obreros asalariados. Privilegiaron a una raza
primitiva y le dieron el don de pensar, lo cual nos hizo evolucionar; más aún,
nos ha civilizado. De no ser por ellos, aun estaríamos escondidos en cuevas o
haciendo nidos en las copas de los árboles." "Los voladores nos
dominan a través de nuestras tradiciones y costumbres. Son los amos de las
religiones, los creadores de las Historia. Escuchamos su voz en la radio y
leemos sus ideas en los periódicos. Ellos manejan todos nuestros medios de
información y nuestros sistemas de creencia. Su estrategia es magnífica. Por
ejemplo, hubo un hombre honesto que habló de amor y libertad; ellos lo han
convertido en autocompasión y servilismo.
"Durante milenios, los voladores han urdido planes
para colectivizarnos. Hubo una época en que se hicieron tan descarados, que
hasta se mostraban en público y las gentes los representaron en piedra. Eran
tiempos oscuros, pululaban por doquier. Pero ahora su estrategia se ha hecho
tan inteligente que ni sabemos que existen. En el pasado nos enganchaban por la
credulidad, hoy, por el materialismo. Ellos son responsables de que la
aspiración del hombre actual sea no tener que pensar por sí mismo; ¡observa no
más cuánto tiempo aguanta alguien en silencio!." "¿Porqué ese cambio
en su estrategia?" "Por que, en este momento, ellos están corriendo
un gran riesgo. La humanidad está en un contacto muy rápido y cualquiera puede
informarse. O nos llenan la cabeza, bombardeándonos día y noche con todo tipo
de sugestiones, o habrá algunos que se den cuenta y avisen a los demás."
"¿Qué ocurriría si lográsemos repeler a esas entidades?" "En una
semana recuperaríamos nuestra vitalidad y estaríamos brillando de nuevo. Pero,
como seres humanos normales, no podemos plantearnos esa posibilidad, porque
ello implicaría ir en contra de todo lo que es socialmente aceptable.
Afortunadamente, los brujos tenemos un arma: la
disciplina." "El encuentro con los inorgánicos es gradual. Al
principio no los notamos. Pero un aprendiz comienza a verlos en su ensueño y
luego en su vigilia -algo que puede enloquecerle si no aprende a actuar como un
guerrero. Después de que se da cuenta, puede confrontarlos." "Los
brujos manipulan la mente foránea haciéndose cazadores de energía. Es con ese
fin que mis compañeras y yo hemos diseñado para las masas los ejercicios de
tensegridad, que tienen la virtud de liberarnos de la mente del volador."
"En ese sentido, el brujo es oportunista. Aprovecha el empujón que le
dieron y dice a sus captores: '¡Gracias por todo, ahí nos vemos! El acuerdo que
ustedes hicieron fue con mis antepasados, no conmigo'. Al recapitular su vida,
literalmente está sacándole al volador la comida de la boca. Es como si
llegásemos a la tienda y devolviésemos el producto al tendero, exigiéndole: '¡Regrésame
mi dinero!' A los inorgánicos no les gusta eso, pero no pueden hacer
nada." "Nuestra ventaja es que somos prescindibles, ¡hay mucha comida
por ahí! Una posición de alerta total, que no es otra cosa que disciplina, crea
condiciones tales en nuestra atención, que dejamos de ser sabrosos para esos
seres. En tal caso, dan media vuelta y nos dejan tranquilos."
posted by
Brujería Tolteca at 6:12 PM
Taonadamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario